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Educación Parvularia

Facultad de Medicina

“Escolarización” de la Educación Parvularia: ¿hacia dónde va la formación de los niños?

18 de Octubre 2016

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¿Deben todos los niños aprender lo mismo? ¿Qué se les debe enseñar? ¿Cuánto deben conocer? ¿Cómo y para qué hay que educarlos? ¿Hasta qué punto el apego irrestricto a los programas y definiciones curriculares afecta el aprendizaje? ¿Cuál es la realidad de nuestro país en estas materias?

Estas y otras interrogantes fueron el punto de partida del III Seminario Académico Internacional de Reflexión y Debate “Educación Infantil en el Siglo XXI: Desescolarización de la Educación Parvularia”, que por tercer año consecutivo organizó la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso.

Dirigido a profesionales de la disciplina y a quienes trabajan en instituciones relacionadas con la infancia, el encuentro reunió a destacados expositores nacionales y tuvo como invitado especial al doctor en Psicología de la Educación Toni Badía Garganté, profesor de la Universidad Oberta de Cataluña, España.

Según explicó la directora de la Escuela de Educación Parvularia de la UV, María Irma Bustos, el objetivo del seminario fue propiciar una discusión amplia sobre la formación que hoy se brinda a los niños chilenos durante la primera infancia y, a la vez, una reflexión acerca de sus requerimientos, concepciones y las políticas públicas que buscan promover su calidad.

“Hemos querido analizar el fenómeno que tiende a ‘escolarizar’ cada vez más a nuestro nivel, que no estaría considerando los factores y principios fundantes que dieron origen y mantienen vigentes los procesos educativos referidos a la niñez. Cada nuevo día hay más niños y niñas que vivencian situaciones de aprendizaje no acordes a sus necesidades, a sus posibilidades de aprender y a las demandas de los tiempos actuales. En otras palabras, vemos que los esfuerzos y las políticas implementadas tienden a confundir las cosas. En vez de ‘parvularizar’ la educación básica estamos ’escolarizando’ la educación parvularia”, sentenció la autoridad académica.

Tentación y desafíos

Las afirmaciones realizadas por María Irma Bustos fueron refrendadas y desmenuzadas por el profesor e investigador Carlos Calvo Muñoz, quien en una conferencia titulada “Tentación de la escolarización y temor a la educación” fue claro y drástico desde el comienzo: “Estamos mal y parece que seguiremos estando mal, pese a las buenas intenciones. Si todos queremos educar bien, por qué lo estamos haciendo mal”.

Su intervención fue la introducción perfecta para el panel ¿Hacia dónde se dirige la Educación Parvularia?, en el que participaron las académicas y especialistas Mónica Manhey, jefa de carrera de Pedagogía en Educación Parvularia de la Universidad de Chile; Silvia López de Maturana, de la Universidad de La Serena; Selma Simonstein, presidenta Chilena de la Organización Mundial para la Educación Preescolar, y Marina Grabivker, de la Escuela de Educación Parvularia de la UV, quien ofició de moderadora.

A modo de un diálogo intercalado, las panelistas analizaron las complejidades que enfrenta la disciplina en base a los criterios que marcan la calidad curricular, como son la participación de la familia, los espacios, el rol activo del niño, la planificación, la evaluación y los ambientes de aprendizaje.

Al respecto, Mónica Manhey explicó que parte de los esfuerzos debieran apuntar a cómo hacer que los intereses, necesidades, características y fortalezas de los niños se lleven adecuadamente a una planificación destinada a propiciar su aprendizaje. “Hay que resignificar el concepto de niño que tenemos, el constructo social de la educación parvularia y su rol. Una educadora es una buena educadora cuando responde a cinco preguntas claves: quien es el niño, como aprende, qué tiene que aprender, como le tengo que enseñar y para qué le tengo que enseñar”, precisó la docente de la U. de Chile.

En esa misma línea, Silvia López de Maturana advirtió que la infancia no es una categoría sujeta a condiciones, tiempos o pautas específicas, sino que debe ser entendida siempre como un continuo. “El aprendizaje de los niños es más un problema político que educativo. Que ellos no sepan hablar, leer o escribir bien, por ejemplo, tiene que ver con voluntades más que procesos”, acotó la especialista de la Universidad de La Serena.

Por su parte, Selma Simonstein, sostuvo que más allá de superar los desafíos que implica mejorar el trabajo con la familia, fomentar las evaluaciones cualitativas y no lo objetivos logrados, desestructurar los espacios y ambientes de aprendizaje, la clave está en pensar en un sistema de educación parvularia y no en un simple conjunto de programas.

Programa

El programa del III Seminario Académico Internacional de Reflexión y Debate “Educación Infantil en el Siglo XXI: Desescolarización de la Educación Parvularia” también consideró la presentación de Marión Acuña Reyes, representante de la ONG Komunumo y del Colegio Montessori Yerpún, de Quilpué, y de Diana Rojas, quien expuso sobre su particular experiencia en un proyecto de música para niños.

Posteriormente intervino Toni Badía Garganté, académico de la Universidad Oberta de Cataluña, quien dialogó con los asistentes sobre las implicancias de ser maestro en la educación parvularia.

El encuentro concluyó con el lanzamiento del libro “Educación y Caos: del insípido orden escolar al sabroso caos educativo” del profesor Alberto Moreno Doña, docente de la Escuela de Educación parvularia de la UV. El texto fue presentado por el investigador Carlos Calvo Muñoz y Marcelo Mendoza, de la JUNJI.
El seminario se realizó en el auditorio “Dr. Pedro Uribe Concha” y a él asistieron autoridades académicas, docentes, estudiantes y público general.